“Fue un cuarto lugar con sabor a bronce, me siento sumamente feliz, ayer no me esperaba un cuarto lugar y hoy me sentí súper bien en la competencia, creo que mis saltos fueron buenísimos, sabía que partía de cuatro décimas menos que el segundo salto que los tres primeros lugares. Quedaba el campeón mundial que es el único que hace un salto de 17.4 y a pesar de que tuvo un error grande en la caída, dos pasos, sabíamos todos que él era candidato al oro. Pero yo me siento sumamente feliz, espero que en Chile también estén orgullosos. Todavía no puede creer que soy cuarto olímpico en dos especialidades, suelo y salto. Y espero que esto beneficie a todos los deportistas en el Chile y trascienda a las futuras generaciones. Me siento totalmente realizado. Creo que lo logré y me siento un ganador por eso’’.
Palabras emocionadas de Tomás González a la salida del trampolín que lo llevó esta tarde al cuarto lugar en la final olímpica de salto con un puntaje de 16.183, su mejor promedio en los últimos tres años (tenía 16.250 de 2009), y claramente su mejor score en grandes torneos planetarios, superando así incluso los 16.149 con que clasificó a la final. Ejecutó primero el triple carpado hacia atrás con valor de partida de 7.00 para el cual recibió un puntaje de 16.400, y luego el Yurchenko mortal extendido doble y medio giro de 6.6 para el cual recibió un puntaje bastante castigado de 15.966. ¿Pudo este último brinco haber hecho la diferencia entre el cuarto lugar y el bronce? Lo cierto es que no, porque aunque si bien el descuento fue fuerte, la verdad es que el valor de partida era bajo respecto de sus rivales y en ese marco lo más a que se podría haber esperado lógicamente era a 16.100, con lo que su promedio final hipotéticamente podría haber sido de 16.200, con lo que no le habría bastado para al alcanzar el tercer lugar.
El oro fue para el campeón mundial el coreano Hak Seon Yang con excelentes 16.533 (saltos de 16.466 con valor de partida de 7.400; y de 16.600 con valor de partida de 7.00); la plata para el ruso Denis Ablyazin con 16.399 (16.433 y 16.366); y el bronce para el ucraniano Igor Radivilov con 16.316 (16.400 y 16.233).
Así, el chileno se va de estos Juegos de la XXX Olimpíada con dos cuartos lugares en sus manos: historia pura, porque salvo los medallistas, nadie se ha llevado dos finales en unos mismos Juegos y en tan alta figuración.
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