Irse junto con las mejores nadadoras hasta la primera boya y evitarse el drama del washing machine; salir del agua a no más de 10 segundos de triatletas como la suiza Nicola Spirig, la australiana Erin Densham y la alemana Anne Haug quienes, al igual que ella, no nadan bien pero sí son fuertes en el ciclismo, de manera de hacer grupo con ellas y alcanzar a las escapadas en el inicio del ciclismo; mantenerse firme en el pack pedalero pero sin tirar para no agotarse; y bajarse de la bicicleta entre las primeras de manera de imponer su gran clase en el pedestrismo y así cruzar la meta en la delantera: son las claves para que Bárbara Riveros pueda ubicarse en el Top Ten en Hyde Park. Mañana, desde las 9.00 hora local, la carrera más espectacular de la historia del triatlón olímpico femenino puede ser la ocasión de hacer historia combinada para Chile.
Por María Elena Guzmán M.
Allí estará: cuando a las 9.00 horas de mañana 4 de agosto, seguramente con puntualidad británica, largue la carrera olímpica del triatlón femenino en Hyde Park, la chilena Bárbara Riveros saldrá del pontón en el lugar 50, en busca de hacer historia combinada para Chile. Será la tercera participación de nuestro país en un triatlón olímpico luego de que Matías Brain compitiera en Sydney 2000 y que la misma Riveros estuviera en Beijing 2008, cuando siendo apenas una debutante en la escena planetaria terminó en el lugar 25.
Hoy, es distinto. “Chicka’’, como la llaman con cariño en el ambiente combinado anglosajón, ha protagonizado un ascenso fuertísimo y sostenido, que ya la tiene con nada menos que 10 Top Ten en las series mundiales desde 2010 a la fecha, incluido su triunfo en el Mundial Sprint 2011 y sus prometedores tercer lugar en la World Championship Series en Madrid, y cuarto en Kitzbühel, en esta temporada. Ello, sumado a su pedestrismo soñado, claramente la tiene en el pack de estrellas, entre las favoritas para ir a la pelea por un Top Ten en los Juegos de la XXX Olimpíada Londres 2012.
Pero esta carrera para nadie será pan comido. Son tantas las variables que genera el tipo de trazado y tantas las combinaciones exitosas que han ido surgiendo entre las triatletas, que nadie en verdad tiene algo asegurado. Ni siquiera las británicas, a quienes, eso sí, el circuito debiera sentarles muy bien, casi como hecho a su medida. Lo único seguro entonces es que está será una carrera espectacular. Un verdadero puzzle y las mejores serán aquellas que logren armarlo con mayor rapidez.
Bárbara Riveros, la triatleta más menuda y pequeña del circuito, posee una natación muy mejorada pero aún no intensa; un ciclismo que no encuentra su mejor terreno en el circuito londinense, plano y falto de requerimientos técnicos que permitan sacar afuera las enormes potencialidades pedaleras de la chilena; y, eso sí, un pedestrismo de antología que, si ella logra bajarse la máquina entre las líderes, la puede llevar no sólo al Top Ten si no mucho más arriba.
En 2010, en un circuito algo distinto al olímpico, terminó 22ª; y en 2011, sobre el mismo recorrido que seguirá la prueba olímpica, fue 12ª. Ello indica que si bien las características técnicas de la prueba no son especialmente favorables para la chilena, claramente sí ha concretado un enorme progreso año a año.
Cuál es la fórmula para que Bárbara Riveros logre la carrera de su vida en Hyde Park?
Aquí entregamos un análisis real de las condicionantes que se darán en la prueba y de las claves que pueden llevar a Chicka a hacer historia olímpica combinada para Chile.
1: NO “WASHING MACHINE’’ Y SÍ AL NEOPRENO
Parece un detalle, pero será sumamente relevante para Riveros: la distancia desde la salida de la plataforma de natación en Serpetine Lake hasta la primera boya, será de 350 metros y se girará en ángulo recto (no en curva abierta, como es habitual). Por ello, la masiva llegada de nadadoras a la primera boya, sumado al atoro que se producirá al doblar todas en ángulo recto, producirá el llamado “lavado de máquina’’ en ese punto, del que sólo saldrán airosas las grandes nadadoras y aquellas que tengan un físico de mucha envergadura que les permita superar el violentísimo choque de brazos y piernas. No es el caso de la menuda Bárbara Riveros, por lo que sólo si logra partir muy adelante en el agua y sostener una alta velocidad hasta la primera boya, podrá sortear con éxito este trance inicial.
La favorecerá el largar justo al lado en el pontón, con las buenas nadadoras.
Si además la temperatura la acompaña, es decir, si el agua está bajo los 20 grados de manera que se autorice el uso de traje, la chilena obtendrá una ventaja, pues ello le dará mayor flotabilidad y mejor opciones de desplazamiento. Pero, ojo, que el agua por lo general está levemente por debajo de los 20 grados en Serpentine, por lo que no admite traje y obliga a nadar con una temperatura baja al límite de lo permitido y sin la ayuda del neopreno.
2: CUESTIÓN DE CIRCUITO
El circuito del triatlón olímpico está hecho para darle la máxima ventaja a buenas nadadoras, como lo son las británicas por cierto. Pues por tratarse de un trazado bastante plano en el ciclismo y la natación, y con muy pocos requerimientos técnicos como subidas, bajadas o giros en ángulo cerrado, lo cierto que es quien salga primero del agua tendrá todas las ventajas para escaparse en un recorrido abierto, liso y sin grandes complicaciones.
Por cierto, aquellos países que llevan más de una corredora, podrán jugar con la estrategia y llevar a una muy buena nadadora que haga de “peón’’ y marque el ritmo de sus compañeras en el agua, de manera de hacerlas emerger en la delantera para que puedan escaparse en la ruta. Es el caso de Gran Bretaña, de Estados Unidos y de Australia, cuyas representantes sin duda que trabajarán de manera colectiva.
El course olímpico claramente, a la chilena no le favorece. Sus mayores ventajas las obtiene en circuitos muy técnicos y exigentes, pues por ser una gran escaladora, las subidas y bajadas en el ciclismo le sientan muy bien y le permiten sacar ventaja. Por el contrario, al no tener ella ventaja en el agua, en un trazado plano y abierto como el de Londres, corre el riesgo de que las mejores nadadoras monten en su bicicleta y se escapen camino a la meta.
3: EL “FACTOR SPIRIG-DENSHAM-HAUG’’
Bárbara Riveros ha protagonizado enormes avances en su natación: hasta hace dos años, las punteras le podían sacar hasta 50 segundos de ventaja, lo que parece muy poco margen en tiempos civiles, pero que en una carrera de triatlón de distancias olímpicas es un lapso enorme, que hace la diferencia entre alcanzar a conectar o no con el primer grupo de ciclistas a la salida del agua.
Lo cierto es que la diferencia máxima para alcanzar a conectar con las punteras no puede ser de más de 20 segundos, pues quien emerge a posterior, la verdad es que no tiene opción alguna y queda irremediablemente relegada a lugares secundarios. Porque el primer pack de pedaleras se aleja a ritmos demasiado intensos como para ser alcanzado por alguien que haya salido más atrás.
Hoy, la chilena ostenta una natación muy mejorada. Ha logrado acortar distancias en el agua. Sin embargo, pese al innegable progreso, su nado aún no es lo suficientemente fuerte como para permitirle emerger entre las líderes. Y es por eso que su posibilidad de conectar con el primer pack de ciclistas no sólo depende de que haga una rápida transición, sino además y muy especialmente, de que logre conectar con alguna otra deportista que tampoco sea tan buena nadadora de manera poder salir muy cerca de ella de la natación, pero que además sea una gran ciclista, capaz de dar caza a las escapadas.
¿Existe esa combinación hoy en el circuito?
Afortunadamente sí, y si se trata de la suiza Nicola Spirig, quien sin ser una dotada en el agua, es tan pero tan potente sobre la bicicleta, que logra dar caza a cualquier escape y de hecho es la que “tira’’ el pelotón y le marca el ritmo. Con esa fórmula, Spirig se ha dado el lujo de ganar ni más ni menos que las últimas dos carreras de la World Championship Series: Madrid, donde la chilena fue tercera; y Kitzbühel, donde Riveros fue cuarta. Es indicativo. Además, la australiana Erin Densham, una de las favoritas para el oro, y la alemana Anne Haug, tampoco son buenas nadadoras, porque lo que si en Hyde Park “Chicka’’ logra salir del agua cerca de Spirig, digamos a no más de 10 segundos de ellas como límite máximo, pues por sobre ya se le pueden escapar, las opciones se le abren a la chilena porque se iría con ellas en el ciclismo; se bajarían juntas de la máquina, entre las punteras; y ya en el pedestrismo Bárbara Riveros daría rienda suelta a aquello que sabe hacer con tanta maestría: correr.
Las opciones de un Top Ten y, por qué no soñarlo, de una medalla olímpica, se le abrirían de par en par a la chilena si se diera este escenario. Que es por lo demás un escenario posible. Ya se ha dado. Y si ese día en Londres la fuerza está con Bárbara Riveros, ella está hoy en condiciones de hacer historia combinada para Chile.
LAS 13 TRAS EL TOP TEN Y SUS FORTALEZAS
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Helen Jenkins GBR
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Erin Densham AUS
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Nicola Spirig SUI
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Andrea Hewitt NZL
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Emma Jackson AUS
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Emma Moffat AUS
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Bárbara Riveros CHI
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Anne Haug GER
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Lisa Norden SUE
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Sarah Groff USA
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Laura Bennett USA
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Gwen Jorgensen USA
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Paula Findlay CAN**
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**No ha competido este año
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