Francisco López está feliz, después de un año difícil y de una larga e intensa recuperación junto al equipo de Medicina del Deporte de Clínica Las Condes, hoy se apronta a correr su sexto Dakar.
Ayer, fue el último piloto del pelotón de motos en aprobar las revisiones administrativas y técnicas en la Base Naval de Mar del Plata y quedó conforme con todo. “Nos citaron para la revisión técnica a las 16:30, pero faltaban algunos papeles y al final eran puros enredos, nada importante. Los mecánicos habían trabajado muy bien, teníamos todo el material en buenas condiciones y las motos Aprilia están perfectas. Motores nuevos, suspensiones personalizadas, nueva geometría, no queda nada pendiente”, señaló esta mañana, antes de ir a la largada simbólica.
En cuanto a sus expectativas, “Chaleco” dice estar tranquilo, porque sabe que este rally será diferente a otros, se presenta en calma y sin la presión de estar peleando los primeros lugares. Quiere volver a correr y estar presente en el Dakar pero sin apuros, en esta ocasión es más importante cuidar su integridad que tener buenos lugares “Siempre los días previos de largar un Dakar son de ansiedad, pero lo tomo como algo normal. Ahora vamos a dejar todo, pero las expectativas son diferentes. Trataremos de dar lo mejor, de no romper la moto, no romperme yo, ir cuidando el físico durante la carrera para intentar llegar a la meta en Perú”, detalla.
Agrega que “miro a los otros pilotos de punta y me siento con algo de frustración, porque me encantaría dejarlo todo, pero sé que debo ser estratégico y maduro después del accidente que tuve. Por eso mi primera meta es llegar a la mitad de la carrera en Copiapó”.
“Para ser sincero con toda la gente, ni siquiera yo sé cuánto estoy preparado para esta competencia. Para mí fue un desafío decir ‘OK, voy al Dakar’. Así que ahora tengo que ver cuánto puedo entregar con estos monstruos”.
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